Cuadros de Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix
Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix (1798-1863) fue un pintor francés propio del romanticismo. Su primera obra fue titulada Dante y Virgilio, entremezclando la fantasía, lo macabro y el erotismo. En su siguiente obra plasma más la energía y un colorido mucho más vivo, debatiendo entre el romanticismo y el clasicismo, decantándose, finalmente, por el estilo romanticista. Algunas de sus obras más ilustres se encuentran en el Museo del Louvre. Su estado de salud se deteriora por una laringitis, aún así sigue pintando. Meses antes de morir escribe estas palabras en su diario: "El mérito de una pintura es producir una fiesta para la vista. Lo mismo que se dice tener oído para la música, los ojos han de tener capacidad para gozar la belleza de una pintura. Muchos tienen el mirar falso o inerte; ven los objetos, pero no su excelencia». Y así termina su existencia este gran pintor cuya obra artística puede considerarse verdaderamente revolucionaria".