Tríptico - La Crucifixión + info
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Tríptico - La Crucifixión
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Tríptico - La Crucifixión
La Escuela Flamenca
Rogier van der Weyden (Tournai, hoy en la provincia de Henao, Bélgica, 1399/1400 – Bruselas, 18 de junio de 1464), fue el pintor más célebre e influyente de la escuela flamenca en el período gótico. También se le conoce como Roger de la Pasture o Rogier du Pasture. Se distingue tanto por la interpretación de temas religiosos (patéticos y marianos) como por sus notables retratos (Retrato de Felipe III de Borgoña). Pinta al óleo sobre madera, en panel único, dípticos o polípticos. En sus primeras obras, su estilo es marcadamente gótico: hierático, y realiza fondos dorados. Posteriormente evoluciona hacia líneas sinuosas y fluidas en cuerpos y en drapeados. Sus personajes presentan un marcado corte realista.
Primitivos flamencos es la denominación historiográfica para los maestros de la escuela flamenca de pintura en sus siglos iniciales. Dentro de la pintura flamenca existen varias escuelas: la italianista y la reaccionaria durante los siglos XV al XVI, y la naturalista o colorista de la Escuela de Amberes del siglo XVII. Las dos primeras hacen referencia a la pintura de los Países Bajos que surgió dentro del Renacimiento Europeo. Estaban formadas por un conjunto de artistas relativamente aislados de la revolución del Renacimiento y algunos, como la escuela reaccionaria, contrarios a influencias italianizantes. Aún conservaban rasgos del estilo gótico, técnicos, como el uso de la tabla en lugar del lienzo, y temáticos, sobre todo religiosos y espirituales. Sin embargo, su habilidad detallista e intereses les impulsaron a investigar y a descubrir de forma empírica la perspectiva, a perfeccionar la técnica del retrato al que dotaron de gran profundidad psicológica y a reivindicar el paisaje como tema pictórico. Su concepción medieval del artista como artesano evitó que muchos de estos pintores fueran conocidos puesto que bastantes no firmaban sus obras hasta bien avanzado el sigloXVI. Tampoco se entregaron demasiado a la reflexión sobre su arte por lo que son escasas las biografías y los tratados sobre sus técnicas, aunque alguno nos ha llegado. De la pintura flamenca se pueden observar obras maravillosas en España, ya que sus reyes fueron admiradores de su pintura. Destacan por su importancia los depósitos del Museo del Prado, como por ejemplo el retablo del Descendimiento de Van der Weyden.