Todos nuestros cuadros son reproducciones digitales de auténticas obras de arte. Las imprimimos sobre los mejores lienzos de algodón 100% del mercado y utilizando la última tecnología de impresión para un acabado impecable. Comprueba las calidades y acabados de nuestros cuadros y te darás cuenta de la auténtica diferencia respecto a nuestros competidores.
Sólo utilizamos telas 100% algodón, de los mejores fabricantes, con una densidad de 360gr/m2, para garantizar una imagen lo más real posible a la obra original. Son los mismos lienzos utilizados por los pintores y museos para las reproducciones de sus obras.
La textura del lienzo resalta la obra de arte y se consigue lo más cercano al aspecto de una pintura original.
Imprimimos las obras de arte utilizando la técnica de impresión por Giclée, la mas más avanzada actualmente, lo que permite una resolución, nitidez y colorido insuperables. Utilizamos impresoras gran formato con la más moderna tecnología y tintas ecológicas.
Montamos todos nuestros cuadros sobre un bastidor de madera de abeto alistonado de 3 x 3 cm / 3 x 4.5 cm. Esta madera es ideal para la fabricación de bastidores ya que al ser alistonada refuerza el bastidor y evita deformaciones del mismo debido a la tensión del lienzo.
Todos nuestros bastidores son fabricados artesanalmente a mano, uno a uno, a la medida deseada por el cliente. Van reforzados por tensores en las esquinas cortadas en inglete y, junto a su grapado en V y sus barras tensoras para medidas de más de 1 metro, garantizan un bastidor de madera duradero.
Pavo y tomates
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Pavo y tomates
Expresionismo
Chaim Soutine, (Gubernia de Minsk, 1893 – París, 9 de agosto de 1943) Nacido en una pequeña aldea bielorrusa, Soutine era el décimo hijo de una prole de once hermanos. Su padre, sastre de profesión, no vio con buenos ojos la afición del pequeño Chaïm por el arte; ya que, en el seno de la comunidad judía ortodoxa, donde vivía estaba prohibida la realización de imágenes por considerársela pecaminosa. En 1909 se trasladó a Minsk, donde recibió sus primeras enseñanzas artísticas. Al año siguiente preparó su ingreso en la Escuela de Bellas Artes de Vilna. En 1913, finalizados sus estudios, se trasladó a París, junto a dos compatriotas, también artistas. Fueron tiempos difíciles, en los que Soutine vivió en condiciones precarias. Sin embargo pudo continuar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes, bajo los dictados del artista académico Cormon. Es en esa época donde conoció a Modigliani, con quien trabó amistad, sirviéndole incluso de modelo para al menos tres de los retratos del pintor italiano. En 1923 un coleccionista norteamericano adquirió un gran número de obras del pintor, con lo que su economía mejoró notablemente. En 1927 celebró su primera exposición en la galería de Henri Bing. De este modo se introdujo plenamente en el mercado del arte. En 1937 algunas de sus obras fueron incluidas en la Exposición de Artistas Independientes, honor pocas veces concedidos en Francia a un pintor extranjero. El inicio de la Segunda Guerra Mundial significó el principio de su decadencia, en especial cuando la ciudad fue invadida por las tropas nazis, ya que Soutine era oficialmente un judío, por lo que optó por alejarse de París, refugiándose en una pequeña localidad cercana a Tours. La angustia de una posible delación agravó los problemas de salud que tenía. Finalmente en 1943 sufrió un ataque de úlcera, que se le perforó, y obligó a una intervención quirúrgica de urgencia. Chaïm Soutine murió en la mesa de operaciones.
Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior. Entendido como una genuina expresión del alma alemana, su carácter existencialista, su anhelo metafísico y la visión trágica del ser humano en el mundo le hicieron reflejo de una concepción existencial liberada al mundo del espíritu y a la preocupación por la vida y la muerte, concepción que se suele calificar de "nórdica" por asociarse al temperamento que tópicamente se identifica con el estereotipo de los países del norte de Europa. Fiel reflejo de las circunstancias históricas en que se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo, que en la sociedad moderna, industrializada, se ve alienado, aislado. Así, mediante la distorsión de la realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e interior. El expresionismo no fue un movimiento homogéneo, sino de gran diversidad estilística: hay un expresionismo modernista (Munch), fauvista (Rouault), cubista y futurista (Die Brücke), surrealista (Klee), abstracto (Kandinski), etc. Aunque su mayor centro de difusión se dio en Alemania, también se percibe en otros artistas europeos (Modigliani, Chagall,Soutine, Permeke) y americanos (Orozco, Rivera, Siqueiros, Portinari). En Alemania se organizó principalmente en torno a dos grupos: Die Brücke (fundado en 1905), y Der Blaue Reiter (fundado en 1911), aunque hubo algunos artistas no adscritos a ningún grupo. Después de la Primera Guerra Mundial apareció la llamada Nueva Objetividad, que si bien surgió como rechazo al individualismo expresionista defendiendo un carácter más social del arte, su distorsión formal y su colorido intenso les hacen herederos directos de la primera generación expresionista.