Todos nuestros cuadros son reproducciones digitales de auténticas obras de arte. Las imprimimos sobre los mejores lienzos de algodón 100% del mercado y utilizando la última tecnología de impresión para un acabado impecable. Comprueba las calidades y acabados de nuestros cuadros y te darás cuenta de la auténtica diferencia respecto a nuestros competidores.
Sólo utilizamos telas 100% algodón, de los mejores fabricantes, con una densidad de 360gr/m2, para garantizar una imagen lo más real posible a la obra original. Son los mismos lienzos utilizados por los pintores y museos para las reproducciones de sus obras.
La textura del lienzo resalta la obra de arte y se consigue lo más cercano al aspecto de una pintura original.
Imprimimos las obras de arte utilizando la técnica de impresión por Giclée, la mas más avanzada actualmente, lo que permite una resolución, nitidez y colorido insuperables. Utilizamos impresoras gran formato con la más moderna tecnología y tintas ecológicas.
Montamos todos nuestros cuadros sobre un bastidor de madera de abeto alistonado de 3 x 3 cm / 3 x 4.5 cm. Esta madera es ideal para la fabricación de bastidores ya que al ser alistonada refuerza el bastidor y evita deformaciones del mismo debido a la tensión del lienzo.
Todos nuestros bastidores son fabricados artesanalmente a mano, uno a uno, a la medida deseada por el cliente. Van reforzados por tensores en las esquinas cortadas en inglete y, junto a su grapado en V y sus barras tensoras para medidas de más de 1 metro, garantizan un bastidor de madera duradero.
Cómo prepararse para un Juego
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Cómo prepararse para un Juego
Realismo
Carl Larsson (Estocolmo, 28 de mayo de 1853- Falun, 22 de enero de 1919) fue un pintor y diseñador de interiores sueco. Considerado una celebridad en su país natal, destacaba en la pintura acuarelista y el diseño. Su infancia fue un continuo ir y venir rodeado de miseria: sus padres carecían de ingresos económicos y apenas podían mantener a Carl y a su único hermano, Johan. De hecho, Carl tuvo que acudir a una escuela para pobres, la posterior escuela primaria de Ladugårdsland. El cólera, la enfermedad, la vida en los barrios bajos y la suciedad eran constantes en el entorno del joven Larsson. Por suerte, en 1866 tuvo la oportunidad de ir a la Academia de Arte de Estocolmo; en este curso preparatorio obtuvo hasta 12 medallas por su calidad como dibujante, pudiendo así optar a un curso de dibujo antiguo. En 1871, simultaneando sus estudios en la Academia, trabaja en el estudio fotográfico de los hermanos Roesler, y como dibujante en la revista humorística Kasper. Durante de la década de los setenta del siglo XIX, estuvo realizando numerosas ilustraciones para libros; sin embargo, alrededor de1877, tras viajar a París por primera vez, se ve sumido en la pobreza e incluso piensa en el suicidio. Sin embargo, dos años después cambia su suerte al conocer a la que será su musa y gran apoyo moral para el resto de su vida, la también artista Karin Bergöö; después de conocerla y casarse con ella, comienza a recibir encargos, como el de decorar el techo y las lunetas del Palacio Bolinder, en Blasieholmshammen; además, realiza varios viajes que ayudan a conformar su talante artístico, visitando sucesivamente Suecia, Italia y Londres. En 1888 la familia Larsson se establece en la idílica 'Lilla Hyttnäs, una villa en Sundborn, aún hoy en pie, la cual reflejó innumerables veces en sus acuarelas, como símbolo de la felicidad familiar y de la prosperidad, premio a su infancia y adolescencia miserable y empobrecida.El estilo de Carl Larsson, que bebe del realismo de Barbizon, de la tarjeta postal y del Modernismo a partes iguales, cautivó a la época por la ternura que evocan sus numerosísimas ilustraciones donde representaba a su esposa y a los siete hijos que tuvo con ella: Suzanne, Ulf, Pontus, Lisbeth, Brita, Kersti y Esbjörn, nacido en 1900. Estos niños llegaron a ser tan populares que casi fueron tomados como personajes con identidad propia del arte de entonces. Su principal objetivo como artista era representar el "lado amable de la vida", después de toda una época de penurias: escenas cotidianas, cargadas de ternura y calidez, de su esposa con sus hijos, los niños jugando, los veranos en la playa, interiores del hogar, etc. El personal estilo de decoración de Karin y de Larsson dio como fruto una manera completamente moderna de acondicionar y estructurar una casa, de forma que fueron considerados verdaderos "diseñadores" de interiores, adelantados a su tiempo: colores cálidos, interiores plenos de luz, vajillas sencillas y demás detalles contrastaban con el estilo oscuro, recargado y victoriano de otros hogares de la misma época.
Realismo es la denominación de un estilo o movimiento pictórico que se dio en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo principal representante es Gustave Courbet. El propio pintor fue quien acuñó el término al dar nombre al pabellón que hizo construir para una provocativa exposición de 1855, alternativa al Salón de París, bajo el título "Realismo". Allí expuso su obra El taller del pintor, considerada el manifiesto del estilo, que provocó un sonoro escándalo en los medios artísticos por su anti-academicismo y su crudeza, que se calificaba de obscenidad. Posteriormente se identificó con el movimiento especialmente a Honoré Daumier, Jean-François Millet yJules Breton, y a otros pintores (Jean-Louis-Ernest Meissonier, Henri Fantin-Latour, Thomas Couture, Jean-Léon Gerome, etc.) El crítico de arte Jules Champfleury definió teóricamente la estética del movimiento. Se suelen identificar los principios estéticos del realismo pictórico con los del realismo literario contemporáneo (Honoré de Balzac). El compromiso con las clases bajas y los movimientos políticos de izquierda (en el contexto de la revolución de 1848) marcó la sensibilidad social e ideológica de este grupo de pintores realistas, que conectaría con la vertiente más comprometida socialmente del realismo literario: el naturalismo posterior (Émile Zola).