Los 3 cm. de grosor de cada lateral del marco van impresos con una pequeña zona de la imagen cercana a los bordes, la cual es estirada para dar una sensación de continuidad de la misma.
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La textura del lienzo resalta la obra de arte y se consigue lo más cercano al aspecto de una pintura original.
Imprimimos las obras de arte utilizando la técnica de impresión por Giclée, la mas más avanzada actualmente, lo que permite una resolución, nitidez y colorido insuperables. Utilizamos impresoras gran formato con la más moderna tecnología y tintas ecológicas.
Montamos todos nuestros cuadros sobre un bastidor de madera de abeto alistonado de 3 x 3 cm / 3 x 4.5 cm. Esta madera es ideal para la fabricación de bastidores ya que al ser alistonada refuerza el bastidor y evita deformaciones del mismo debido a la tensión del lienzo.
Todos nuestros bastidores son fabricados artesanalmente a mano, uno a uno, a la medida deseada por el cliente. Van reforzados por tensores en las esquinas cortadas en inglete y, junto a su grapado en V y sus barras tensoras para medidas de más de 1 metro, garantizan un bastidor de madera duradero.
Sin duda el Cristo Crucificado es uno de los iconos más importantes representados en el arte de la cultura occidental, pero fue el famoso pintor Diego Velázquez quien realizó el lienzo más famoso. También es una de sus obras más enigmáticas, existen varias leyendas sobre la cesión de esta pintura al óleo al convento de Monjas Benedictinas de San Placido en Madrid. Por un lado es famosa la leyenda de que lo donó el propio Felipe IV como penitencia por haber mantenido relaciones con una monja de tal convento. Y por otro lado esta obra de arte se dice tuvo que ser donada para exortizar el lugar del yugo de una maldición y por ello fue donado por el Protonotario Mayor de Aragón. El halo místico por otra parte de esta famosa obra de arte lo convierte en un referente dentro de la historia de la pintura y del periodo Barroco en particular, de él se dice que Velázquez consigue plasmar los dos aspectos de la persona de Cristo, el humano y el divino en esta obra maestra de la pintura barroca. Hazte con una fiel reproducción de la misma en Cuadros Famosos ahora mismo a un precio inigualable. Entre sus más famosas obras Velázquez cuenta también con otras de gran importancia como El Aguador de Sevilla, Las Meninas, Las Lanzas (o La Rendición de Breda), Las Hilanderas, La Vieja Friendo Huevos, El Dios de la Guerra (Marte) o Los Borrachos (El Triunfo de Baco). Diego Velázquez es para muchos el mejor pintor de la historia del arte, entre otros... para Manet que ya lo definiera como "Maestro de Maestros".
El cuadro titulado Cristo Crucificado fue pintado por el famoso pintor español Diego Rodríguez de Silva y Velázquez. Esta obra de arte es una pintura al óleo que retrata sutilmente a Cristo en la cruz con un realismo asombroso, lo que es característico de la técnica de Velázquez. Esta pintura forma parte de la colección de arte del Museo del Prado, ubicado en Madrid, España. En esta obra, Velázquez utilizó la técnica del Claroscuro, logrando que los detalles del cuerpo de Cristo sean claramente visibles y sus manos tengan un aspecto tridimensional. Si estás buscando comprar réplicas de cuadros famosos, no dudes en visitar nuestra tienda de cuadros famosos online, donde podrás encontrar una gran variedad de pinturas de todo tipo.
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Cristo Crucificado
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
Barroco
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, hacia el 5 de junio de 15991 – Madrid, 6 de agosto de 1660), conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal. Pasó sus primeros años en Sevilla, donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación tenebrista, por influencia de Caravaggio y sus seguidores. A los 24 años se trasladó a Madrid, donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores de la corte. A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo consistía en pintar retratos del rey y de su familia, así como otros cuadros destinados a decorar las mansiones reales. La presencia en la corte le permitió estudiar la colección real de pintura que, junto con las enseñanzas de su primer viaje a Italia, donde conoció tanto la pintura antigua como la que se hacía en su tiempo, fueron influencias determinantes para evolucionar a un estilo de gran luminosidad, con pinceladas rápidas y sueltas. En su madurez, a partir de 1631, pintó de esta forma grandes obras como La rendición de Breda. En su última década su estilo se hizo más esquemático y abocetado alcanzando un dominio extraordinario de la luz. Este periodo se inauguró con el Retrato del papa Inocencio X, pintado en su segundo viaje a Italia, y a él pertenecen sus dos últimas obras maestras: Las Meninas y Las hilanderas. Su catálogo consta de unas 120 o 125 obras. El reconocimiento como pintor universal se produjo tardíamente, hacia 1850.2 Alcanzó su máxima fama entre 1880 y 1920, coincidiendo con los pintores impresionistas franceses, para los que fue un referente. Manet se sintió maravillado con su pintura y lo calificó como «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido». La parte fundamental de sus cuadros que integraban la colección real se conserva en el Museo del Prado en Madrid.
El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura,arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a poner los cimientos del capitalismo. Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII (según otros autores a finales del XVI) en Italia —período también conocido en este país como Seicento—, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII yXIX) el término «barroco» tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, engañoso, caprichoso, hasta que fue posteriormente revalorizado a finales del siglo XIX porJacob Burckhardt y, en el XX, por Benedetto Croce y Eugeni d'Ors. Algunos historiadores dividen el Barroco en tres períodos: «primitivo» (1580-1630), «maduro» o «pleno» (1630-1680) y «tardío» (1680-1750). Aunque se suele entender como un período artístico específico, estéticamente el término «barroco» también indica cualquier estilo artístico contrapuesto al clasicismo, concepto introducido por Heinrich Wölfflin en 1915. Así pues, el término «barroco» se puede emplear tanto como sustantivo como adjetivo. Según este planteamiento, cualquier estilo artístico atraviesa por tres fases: arcaica, clásica y barroca. Ejemplos de fases barrocas serían el arte helenístico, el arte gótico, el romanticismo o el modernismo. El arte se volvió más refinado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero adoptando formas más dinámicas y efectistas y un gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto. Se observa una preponderancia de la representación realista: en una época de penuria económica, el hombre se enfrenta de forma más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda realidad se somete a la mentalidad de una época turbada y desengañada, lo que se manifiesta en una cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes de luces y sombras y cierta tendencia al desequilibrio y la exageración.