Los 3 cm. de grosor de cada lateral del marco van impresos con una pequeña zona de la imagen cercana a los bordes, la cual es estirada para dar una sensación de continuidad de la misma.
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Montamos todos nuestros cuadros sobre un bastidor de madera de abeto alistonado de 3 x 3 cm / 3 x 4.5 cm. Esta madera es ideal para la fabricación de bastidores ya que al ser alistonada refuerza el bastidor y evita deformaciones del mismo debido a la tensión del lienzo.
Todos nuestros bastidores son fabricados artesanalmente a mano, uno a uno, a la medida deseada por el cliente. Van reforzados por tensores en las esquinas cortadas en inglete y, junto a su grapado en V y sus barras tensoras para medidas de más de 1 metro, garantizan un bastidor de madera duradero.
El Puente Japonés o Puente de los Nenúfares, la joya de los jardines de Giverny en la casa del pintor famoso Claude Monet. Uno de los cuadros más famosos del Impresionismo. Monet mandó construir el jardín y el embalse calefactado para reproducir la flora japonés debido a su famoso interés la simplificación de la escuela tradicional japonesa. Eso sí el famoso pintor para distinguirlo de un puente japonés lo pinto en color verde. Una grandísima obra de arte para la historia pintada en óleo que nunca te casas de mirar, y que cuando no la ves, la echas de menos. Puedes llevarte a casa una reproducción de este famoso cuadro de Monet ahora mismo en Cuadros Famosos con un precio inigualable en nuestra sección de Top Ventas.
El Puente Japonés, también conocido como el Puente de los Nenúfares, es una obra maestra de Oscar-Claude Monet, el padre del impresionismo. Se encuentra en exhibición en el Museo de Orangerie de París y es uno de los cuadros más conocidos por Monet. Esta obra de arte fue creada en 1899, en el jardín japonés del artista en Giverny, en Normandía.El Puente Japonés es un cuadro que destaca por sus toques vibrantes de color y por la armonía que se alcanza entre la naturaleza de fondo y el primer plano. La estructura del puente enmarca la exuberante vegetación detrás de él, creando una imagen de tranquilidad y belleza natural que caracteriza el estilo de Monet.Si eres un apasionado de los cuadros famosos, no dejes de visitar El Puente Japonés de Monet en el Museo de Orangerie. En Cuadros Famosos, nuestra tienda de cuadros online, encontrarás impresionantes reproducciones de esta obra de arte y de muchas otras obras maestras de Monet. ¡Agrega un toque de belleza impresionista a tu hogar!
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El Puente Japones o Puente de los Nenúfares
Impresionismo
Oscar-Claude Monet (14 de noviembre de 1840 en París - 5 de diciembre de 1926 en Giverny) fue uno de los fundadores de la pintura impresionista. El término Impresionismo deriva del título de su obra Impresión, sol naciente creada en 1872. Sus primeras obras, hasta la mitad de la década de 1860, son de estilo realista. Monet logró exponer algunas de estas obras en el Salón de París. A partir del final de la década de 1860 comenzó a pintar obras impresionistas. Esta desviación del gusto de la época, que era marcado por las academias de arte, empeoró su situación económica a la vez que afianzó su decisión de continuar en ese azaroso camino. En la década de 1870 formó parte de las exposiciones impresionistas en las cuales también participaron Pierre-Auguste Renoir y Edgar Degas. Su obra Impresión, sol naciente formó parte del Salon des Refusés de 1874. Su carrera fue impulsada por el marchante Paul Durand-Ruel, pero a pesar de esto su situación financiera permaneció siendo difícil hasta mediados de la década de 1890. En esta época, Monet desarrolló el concepto de las «series» en las que un motivo es pintado repetidas veces con distinta iluminación. Al mismo tiempo comenzó a trabajar en el famoso jardín de su casa en Giverny con estanques de nenúfares que luego utilizó como motivo para sus pinturas.
Aunque el término Impresionismo se aplica en diferentes artes como la música y la literatura, su vertiente más conocida, y aquella que fue la precursora, es la pintura. El movimiento plástico impresionista se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa —principalmente en Francia— caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de plasmar la luz (la «impresión» visual) y el instante, sin reparar en la identidad de aquello que la proyectaba. Es decir, si sus antecesores pintaban formas con identidad, los impresionistas pintaban el momento de luz, más allá de las formas que subyacen bajo este. El movimiento fue bautizado por la crítica como impresionismo con ironía y escepticismo respecto al cuadro de Monet. Impresión: sol naciente. Siendo diametralmente opuesto a la pintura metafísica, su importancia es clave en el desarrollo del arte posterior, especialmente del postimpresionismo y las vanguardias.