Todos nuestros cuadros son reproducciones digitales de auténticas obras de arte. Las imprimimos sobre los mejores lienzos de algodón 100% del mercado y utilizando la última tecnología de impresión para un acabado impecable. Comprueba las calidades y acabados de nuestros cuadros y te darás cuenta de la auténtica diferencia respecto a nuestros competidores.
Sólo utilizamos telas 100% algodón, de los mejores fabricantes, con una densidad de 360gr/m2, para garantizar una imagen lo más real posible a la obra original. Son los mismos lienzos utilizados por los pintores y museos para las reproducciones de sus obras.
La textura del lienzo resalta la obra de arte y se consigue lo más cercano al aspecto de una pintura original.
Imprimimos las obras de arte utilizando la técnica de impresión por Giclée, la mas más avanzada actualmente, lo que permite una resolución, nitidez y colorido insuperables. Utilizamos impresoras gran formato con la más moderna tecnología y tintas ecológicas.
Montamos todos nuestros cuadros sobre un bastidor de madera de abeto alistonado de 3 x 3 cm / 3 x 4.5 cm. Esta madera es ideal para la fabricación de bastidores ya que al ser alistonada refuerza el bastidor y evita deformaciones del mismo debido a la tensión del lienzo.
Todos nuestros bastidores son fabricados artesanalmente a mano, uno a uno, a la medida deseada por el cliente. Van reforzados por tensores en las esquinas cortadas en inglete y, junto a su grapado en V y sus barras tensoras para medidas de más de 1 metro, garantizan un bastidor de madera duradero.
La cabeza de un hombre
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La cabeza de un hombre
Realismo
Adolph von Menzel (Breslavia, 8 de diciembre de 1815 - Berlín, 9 de febrero de 1905) fue un pintor alemán famoso por sus pinturas a menudo inspiradas en la historia, que es considerado el más importante exponente del realismo pictórico del siglo XIX en Alemania, está considerado uno de los dos artistas alemanes más destacados del siglo XIX, y fue el artista de más éxito en su época en Alemania. Su popularidad en su país natal, debida especialmente a obras de propaganda política, fue tal que pocas de sus grandes pinturas abandonaron Alemania, donde fueron rápidamente adquiridas por museos en Berlín. La obra gráfica de Menzel y sus dibujos se difundieron más ampliamente; estos, junto con cuadros informales que no estaban realizados inicialmente para ser expuestos, son la causa en gran medida de su reputación póstuma. Aunque viajó para buscar temas para su arte, para visitar exposiciones y encontrarse con otros artistas, Menzel pasó la mayor parte de su vida en Berlín, y se mantuvo, a pesar de numerosas amistades, apartado de otros. Menzel escribió en su testamento: "No sólo me he quedado soltero, a lo largo de toda mi vida he renunciado a las relaciones con el otro sexo... En resumen, hay una falta de cualquier clase de unión entre el mundo exterior y yo." Es probable que se sintiera apartado socialmente por razones físicas únicamente, Menzel tenía la cabeza grande y era muy bajo, medía un metro treinta y siete centímetros.
Realismo es la denominación de un estilo o movimiento pictórico que se dio en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo principal representante es Gustave Courbet. El propio pintor fue quien acuñó el término al dar nombre al pabellón que hizo construir para una provocativa exposición de 1855, alternativa al Salón de París, bajo el título "Realismo". Allí expuso su obra El taller del pintor, considerada el manifiesto del estilo, que provocó un sonoro escándalo en los medios artísticos por su anti-academicismo y su crudeza, que se calificaba de obscenidad. Posteriormente se identificó con el movimiento especialmente a Honoré Daumier, Jean-François Millet yJules Breton, y a otros pintores (Jean-Louis-Ernest Meissonier, Henri Fantin-Latour, Thomas Couture, Jean-Léon Gerome, etc.) El crítico de arte Jules Champfleury definió teóricamente la estética del movimiento. Se suelen identificar los principios estéticos del realismo pictórico con los del realismo literario contemporáneo (Honoré de Balzac). El compromiso con las clases bajas y los movimientos políticos de izquierda (en el contexto de la revolución de 1848) marcó la sensibilidad social e ideológica de este grupo de pintores realistas, que conectaría con la vertiente más comprometida socialmente del realismo literario: el naturalismo posterior (Émile Zola).